Brassigaume
Los días 14 y 15 de octubre, en Marbehan, se llevó a cabo la vigésima segunda edición del festival Brassigaume, y Lambicus estuvo presente para compartir los detalles.
Cuando se menciona la palabra "festival", la mayoría de las veces imaginamos un gran evento con miles de asistentes y alcance internacional, especialmente aquellos de nosotros que vivimos en las grandes ciudades.
En este sentido, Brassigaume difiere completamente de esa imagen, ya que se presenta principalmente como un punto de encuentro entre los cerveceros de la Gaume y los consumidores locales.Aunque hubo algunos productores extranjeros presentes, tanto por su tamaño como por su carácter, podrían haber pasado desapercibidos como locales.
Es importante recordar que Brassigaume se define a sí mismo como el festival internacional de cervecerías auténticas, en un claro rechazo a las llamadas "beerfirms" y en su lugar abarca cervecerías de producción muy limitada.
Para entender este enfoque, es esencial tener en cuenta que la Gaume tiene una extensión de solo 96 km² y una población de alrededor de 54,000 habitantes. Es una región predominantemente agrícola, salpicada de pequeñas localidades, siendo Virton su capital, que apenas cuenta con 12,000 habitantes y, además, está administrativam
ente vinculada a la provincia de Luxemburgo, la menos poblada de Bélgica.
En el ámbito cervecero, esta región es famosa en todo el mundo gracias a la cerveza trapense Orval, una de las joyas indiscutibles del patrimonio cervecero belga que en su momento colaboró con muchas cervecerías de La Gaume compartiendo sus valiosas levaduras.
Volviendo al festival, en esta edición se respiraba cierta incertidumbre por parte de los organizadores después de que la pandemia golpeara fuertemente la economía de la región, pero a falta de una evaluación oficial, en nuestra opinión, el evento fue claramente exitoso.
Entre las cervecerías locales presentes, destacamos la Brasserie de Rulles con su nueva Holy Hop Circus, una cerveza rubia ligera con lúpulo Mosaic, y la Brasserie Millevertus, que en esta ocasión nos deleitó con su Géniale, una cerveza rubia biológica de 5.2 grados.
De otras regiones de Bélgica, cabe destacar la presencia de la Brasserie de Cazeau, conocida por su gama de cervezas Tournay y que en esta ocasión presentaba la WaPils, la Brasserie Minne con su Sangl’ipa y Tilquin con su Sureau Rullquin.
Por último, queremos resaltar la presencia y el éxito de la cervecería catalana La Calavera, que no solo deleitó al público con sus creaciones, sino también con el uso del porrón para consumirlas.
Y así concluye la crónica de un festival modesto, humilde pero entrañable, con una buena variedad de estilos, un número adecuado de cervecerías, una oferta gastronómica que podría mejorarse en nuestra opinión y precios asequibles.