Lambicus, la embajada de Orval en Barcelona
El pasado 13 de diciembre Lambicus obtuvo la distinción oficial como embajador de Orval 2024, honor compartido en el ámbito de Catalunya con la cervecería Olut de Sabadell y a nivel estatal con La Cebada de Zaragoza y Be Hoppy de Madrid. A tener en cuenta que es la primera vez que se concede este título a nivel del estado español.
Embajadores de Orval
Acompañados con representantes de todos ellos excepto del Be Hoppy por cuestiones personales y de Erik Coene de Cervebel, importador de Orval en España y en el marco incomparable de la abadía de Notre-Dame de Orval, tuvimos el privilegio de visitar las instalaciones de la cervecería que solamente se pueden ver una vez al año durante la jornada de puertas abiertas que este año tendrá lugar los días 13 y 14 de septiembre y también visitar una parte de la abadía cerrada normalmente al público. La organización también nos ofreció una comida que compartimos con todos los nuevos embajadores de fuera de Bélgica y asistir a la ceremonia de entrega de las placas acreditativas, un acto muy emotivo en el que tuvimos la oportunidad, entre muchas otras cosas, de hablar con la maestra cervecera y con todo el equipo de la quesería.
Con la maestra cervecera actual, Anne-Françoise Pypaert
Llegar hasta aquí no ha sido fácil. El próximo 12 de junio celebraremos nuestro décimo aniversario y es bueno recordar que la primera cerveza que vendimos en Lambicus fue precisamente una Orval. Desde el primer día Lambicus apostó por ofrecerla siempre a sus clientes y no solo eso sino también darles la oportunidad de catar diferentes añadas de la misma. Esto nos obligó a llevar a cabo una tarea pedagógica para acercar a nuestros clientes la idea de que muchas cervezas belgas son evolutivas y que pueden cambiar o mejorar con el pasar del tiempo como los buenos vinos.
l'Abadía de Orval
Una cerveza única
Si bien es cierto que en general las que lo hacen mejor acostumbran a ser las tostadas con un contenido generoso en alcohol y preferentemente envasadas en botellas de 75cl y con tapón de corcho, Orval, por sus características específicas, la podemos considerar un punto y aparte. El hecho que en su elaboración se utilicen levaduras de alta fermentación y Brettanomyces Bruxellensis hace que la Orval pase de una juventud afrutada, lupulizada, amarga y sutilmente ácida, a una madurez en la que el amargor se va retirando dando paso a una ligera acidez y a una complejidad aromática y en boca que nos atreviríamos a definir como única en el mundo.
Sobre las preferencias de sus consumidores existe disparidad de opiniones. La maestra cervecera actual, Anne-Françoise Pypaert y su predecesor, Jean-Marie Rock, la prefieren joven, entre 3 y 6 meses. En cambio la mayoría de los consumidores de la región donde se elabora, la Gaume, la prefieren entre 6 meses y 2 años.
Las ollas de cocción celestiales
A pesar de que la receta original de Orval es de 1933 ésta no ha sido siempre igual. “Antes las mujeres no la amaban. Su amargor era demasiado pronunciadao y persistente. Por este motivo he ajustado la receta y ahora, a pesar de que continúa siendo amarga, es más suave y redonda. En definitiva, resulta más fácil de beber”, afirma la señora Pypaert.
Disfrutando de la Petite Orval o Orval Verte a l'Ange Gardien
¿Cómo se hace uno embajador de Orval?
Pero volviendo al tema que nos ocupa hoy, tenemos que reconocer que difícilmente nos podíamos imaginar cuando empezamos que, gracias a nuestro respeto por esta gran cerveza, un día iniciaríamos una carrera “diplomática” como embajadores de Orval. Este privilegio entraña ciertas obligaciones que se pueden resumir en tres palabras: presencia, servicio y creatividad.
Con Erik Coene (Cervebel)
En primer lugar el establecimiento que exhibe la placa como embajador debe facilitar la visibilidad del producto y por eso cuenta con material publicitario de apoyo. En cuanto al servicio estamos obligados a ofrecer la Orval fresca o a temperatura ambiente, el servicio debe llevarse a cabo correctamente, con el logo de la copa mirando siempre hacia el cliente, ofrecer las levaduras separadamente y tener siempre en la carta el queso de la abadía. En relación a la creatividad se deben organizar actividades como catas u otro tipo de actividades que permitan a los clientes el conocer más a fondo el producto que van a disfrutar.
Cabe señalar que fuera de Bélgica solamente han obtenido esta distinción 135 establecimientos en todo el mundo, destacando Italia y Holanda en Europa y los Estados Unidos en el continente americano.
Obtener este reconocimiento nos llena de satisfacción, sinónimo de trabajo bien hecho pero es evidente que sin todos vosotros esto no habría sido posible. A pesar de que estamos convencidos que Orval es una de las mejores cervezas del mundo, no es una cerveza fácil, su astringencia y su amargor hacen desistir a mucha gente de una segunda oportunidad, pero también son muchos los que la aman con locura y con su pasión e insistencia consiguen ampliar su selecto club de seguidores. ¡Larga vida a Orval!