Cantillon
En Lambicus nos gustan las cervezas lámbicas o de fermentación espontánea. De ahí nuestro nombre. Por este motivo nos encanta hablar de ellas y darlas a conocer. No son cervezas fáciles, de entrada, pero con el tiempo las acabas apreciando y queriendo, tanto por su complejidad aromática y gustativa como por su elaboración que nos transporta a los orígenes de la cerveza.
Por ello empezamos una pequeña serie dedicada a las lámbicas y lo haremos hablando de Brasserie Cantillon, referente indiscutible del universo lámbico.
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Dedicada a la producción de cerveza desde el siglo XVIII, la Brasserie Cantillon inició su actividad en Lembeek para pasar a partir del año 1900 a elaborar sus cervezas en Bruselas concretamente, en la Rue Gheude, 56
Situada en una calle estrecha y con un aspecto exterior más propio de un garaje, esta pequeña cervecería se ha convertido en un verdadero museo viviente. Durante todo el año la encontraréis abierta aunque la producción de cerveza queda limitada desde mediados de octubre hasta finales de mayo.
Los productos que nacen de esta empresa familiar son muy variados aunque todos ellos complejos y dignos de ser catados.
Entre los clásicos destacamos la Rosé de Gambrinus, seca y muy aromática, elaborada con un 75% de frambuesas, un 25% de cerezas y un poco de vainilla.
Otros productos que encontraréis en Lambicus de esta cervecería son:
La Cantillon Gueuze, corposa, suave, ácida y con su aroma a sidra natural.
Kriek Cantillon, con su gusto afrutado intenso y si aroma pronunciado de cerezas.
Bruocsella 1900 Grand Cru, poderosa, refinada y con aromas cercanos al jerez.
Iris, cerveza que equilibra acidez y amargor, con un sutil gusto a caramelo margo por la malta y afrutado por el lúpulo.
